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¿En qué consiste una inspección ambiental?

En España, la inspección ambiental es una herramienta fundamental utilizada por las Administraciones Públicas para asegurar que las empresas respeten la normativa ambiental vigente. Reguladas por la Ley 26/2007 de Responsabilidad Medioambiental y otras disposiciones específicas, estas inspecciones tienen como objetivo prevenir, detectar y corregir infracciones que puedan afectar al medio ambiente.

Los principales objetivos de la inspección ambiental son verificar el nivel de cumplimiento de la normativa medioambiental y de las condiciones establecidas en las autorizaciones y evaluaciones ambientales, así como identificar actividades no autorizadas o no evaluadas que puedan tener un impacto negativo en el medio ambiente.

¿Qué implica una inspección ambiental?

  1. Revisión documental:
    Los inspectores analizan los permisos y autorizaciones ambientales, como la Autorización Ambiental Integrada (AAI) o la Declaración de Impacto Ambiental (DIA), entre otros. También verifican que las empresas cumplan con sus obligaciones de declaración de residuos, emisiones o vertidos.
  2. Inspección in situ:
    Se realiza una visita a las instalaciones para comprobar que las actividades declaradas coinciden con las condiciones reales. Esto incluye la revisión de sistemas de tratamiento de aguas, gestión de residuos, emisiones atmosféricas y almacenamiento de productos químicos.
  3. Toma de muestras:
    En algunos casos, se recogen muestras de agua, aire o suelo para analizar si cumplen con los límites establecidos en la normativa aplicable.
  4. Elaboración de un informe:
    Tras la inspección, se redacta un informe detallado que identifica posibles incumplimientos y propone medidas correctoras, si fueran necesarias.

¿Qué empresas deben someterse a inspecciones ambientales?

En España, las inspecciones medioambientales afectan a diversas empresas según el tipo de actividad que desarrollen y su impacto potencial en el medio ambiente. En general, están sujetas a inspección aquellas que deben cumplir con normativas específicas en materia de emisiones, residuos, vertidos, contaminación del suelo o uso de sustancias peligrosas.

  1. Empresas con Autorización Ambiental Integrada (AAI)
    • Industrias incluidas en la Ley de Prevención y Control Integrados de la Contaminación (IPPC), como refinerías, químicas, cementeras, siderúrgicas o de generación de energía.
    • Instalaciones con emisiones significativas a la atmósfera, aguas o suelos.
  2. Empresas sujetas a la Ley de Responsabilidad Medioambiental
    • Aquellas cuya actividad pueda causar daños al medio ambiente, como plantas de gestión de residuos, minería o industrias químicas.
  3. Empresas con Autorizaciones Específicas de Vertidos o Residuos
    • Empresas que generan y gestionan residuos peligrosos o industriales.
    • Instalaciones con vertidos a cauces públicos o redes de saneamiento.
  4. Actividades sometidas a Evaluación de Impacto Ambiental (EIA)
    • Proyectos de construcción y obras públicas de gran envergadura (carreteras, aeropuertos, presas, etc.).
    • Empresas del sector agroalimentario con un alto consumo de recursos o generación de residuos.
  5. Empresas afectadas por normativa sectorial específica
    • Gasolineras, talleres mecánicos, tintorerías industriales, explotaciones ganaderas intensivas, entre otras.
    • Empresas que almacenan o utilizan sustancias peligrosas (sujetas a la normativa SEVESO).

¿Qué pasa si se detectan irregularidades?

Las consecuencias de no cumplir con la normativa ambiental pueden ir desde sanciones económicas hasta la suspensión de actividades, pasando por la obligación de remediar el daño causado al medio ambiente. En los casos más graves, incluso puede derivar en responsabilidades penales.

4 claves para las empresas

  • Conoce tus obligaciones: cada sector tiene normativas específicas. Asegúrate de saber cuáles te afectan.
  • Cumple con la documentación: mantén al día los registros de residuos, emisiones y otros informes obligatorios.
  • Realiza auditorías internas: identifica posibles áreas de mejora antes de una inspección oficial.
  • Asesórate: contar con una persona experta en legislación ambiental o una consultora como Miru puede ahorrarte problemas y garantizar el cumplimiento normativo.

En Miru, ayudamos a las empresas a estar preparadas para superar inspecciones medioambientales con éxito y, lo más importante, a integrar la sostenibilidad como un valor clave en su negocio.

¿Tu empresa está lista para una inspección ambiental? Escríbenos y te ayudamos a cumplir con la normativa de forma eficiente y responsable. Te podemos asesorar en cualquiera de las fases:

  • Preparación documental para las inspecciones.
  • Acompañamiento durante las inspecciones.
  • Asesoramiento y resolución de los requerimientos.

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